En la grabación, los dos depredadores se amenazan el uno al otro con sus fauces abiertas. La tensión dura unos minutos. Luego, una hembra de tres metros golpea a un macho de cuatro metros que se acercó demasiado.
El cocodrilo sigue persiguiendo a su rival en una tensión silenciosa, hasta que recibe otro golpe (5:23).