Después de lanzarse en dirección al niño, Zuri, la leona de tres años de edad, pateó repetidamente la pared de vidrio del recinto, mientras una madre posaba con su bebé del otro lado.
Muchos internautas se sorprendieron con la calmada reacción de la mamá, quien sonrió durante todo el ocurrido. Algunos afirmaron que jamás confiarían en un simple vidrio para proteger sus vidas y la vida de sus hijos.
¿Y tú, te arriesgarías a mantenerse cerca de la jaula o te alejarías lo más pronto posible?