En el vídeo, publicado en Instagram por creatures_of_the_deep_, se ve a un tiburón comiéndose una ballena muerta.
Los escualos son los primeros en llegar al cadáver de un animal muerto en el océano, debido a su agudo olfato. Después aparecen los depredadores más pequeños.
Al cabo de un rato, el cuerpo perderá flotabilidad y se hundirá, de manera que los animales de menor tamaño, como los cangrejos, recogerán los huesos limpios. Finalmente, el esqueleto se disolverá debido a las bacterias sin dejar rastro.