La madre ganso mostró no solo coraje a la hora de defender a sus crías, sino también mucha astucia. Fingió una lesión, distrayendo así al felino. De ese modo logró alejarlo.
Al final, cuando decidió que la distancia entre el leopardo y sus crías era la suficiente, alzó el vuelo olvidándose de su 'lesión' y volvió a reunirse con su familia.
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