"La entrega se iba a hacer hoy, todo estaba terminado, habíamos limpiado y estaba todo perfecto", ha dicho a la prensa uno de los obreros que participaron en las obras del hotel. "Hasta que un idiota en una miniexcavadora decidió empotrarse en medio del edificio", ha añadido.
El ataque a saldo de las 600 libras —unos 770 dólares— duró, según los testigos, unos 20 o 30 minutos, tras los que la recepción del hotel quedó hecha añicos.
Quienes pudieron presenciar la ira del obrero sin su paga aseguran que había en ese momento "un montón de trabajadores fuera" con la boca abierta, y que el jefe de la obra "corría de un lado a otro como un pollo sin cabeza". Han asegurado también que, mientras el disgustado hombre destrozaba la entrada del edificio, gritó "¡esto es lo que pasa cuando no pagas a tus empleados!".
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