15 personas disfrazadas de personajes de dibujos animados y cuentos de hadas se enfrentaron a temperaturas de hasta 29 grados centígrados bajo cero. Descendieron a una profundidad de cinco metros, donde bailaron alrededor de un árbol de Navidad y recibieron regalos de un buceador vestido de Ded Moroz (análogo ruso de Papá Noel).
"Ahora, después de salir del agua, estaremos de buen humor durante todo el año que viene", dijo uno de los buzos después de la fiesta.