El animal llamado Vóvchik fue encontrado en junio de este año en malas condiciones. Pesaba tan solo 4,5 kilogramos —el peso estándar de una foca recién nacida— al llegar al refugio especial para animales, señalaron los expertos de la fundación Amigos del Mar Báltico.
Tras pasar tres meses en el refugio, Vóvchik aumentó casi 12 kilogramos, se hizo más fuerte, pero nunca se acostumbró a los humanos, lo cual, de hecho, es positivo para su posterior supervivencia.
Durante las últimas semanas trató de escapar a la libertad. Tan pronto como los expertos lo llevaron a su hábitat natural, inmediatamente desapareció en las aguas del lago, sin siquiera despedirse de sus bienhechores.