Normalmente dicha especie provoca la muerte en apenas 15 minutos, no obstante, Friede se declara inmune al veneno.
El objetivo del experimentador es elaborar un antídoto universal contra las mordeduras de serpiente.
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Para ello, lleva casi dos décadas sufriendo picaduras potencialmente letales. Al principio, Friede se inyectaba pequeñas cantidades del veneno y luego iba aumentando la dosis hasta hacerse verdaderamente invulnerable.
