Graczyk dijo a la policía que tomó la drástica decisión porque estaba "estresado" por la larga espera y temió sufrir un ataque de asma si no bajaba del avión lo antes posible, informó The Telegraph.
El pasajero, de origen polaco, podría ser condenado a pagar una multa de hasta 40.000 libras esterlinas —cerca de 54.000 dólares— por su acto de infracción de las normas de seguridad aérea.
El suceso tuvo lugar en un vuelo que aterrizó en el aeropuerto de Málaga (España) el 1 de enero.