Tras probar con una tableta barata que quedó aplastada al instante, aunque terminó con una lluvia de chispas, decidieron retar a un acumulador que oponía más resistencia. Con un poco de trampa, colocando una cantidad considerable de tornillos debajo de la batería para hacer estallar la cubierta, el resultado fue… ¡juzguen ustedes mismos!
Esta 'aptitud' de las baterías de iones de litio para las explosiones es una de las razones de preocupación en cuanto a la seguridad de los vehículos eléctricos. De hecho, todos los carros eléctricos poseen enormes baterías, y si bien las medidas de seguridad están cada vez más pensadas, en caso de accidente, o cualquier otra infracción de la integridad de las baterías, el resultado podría acabar en una tragedia.