Diariamente, una veintena de personas se dedica a cortar en rectángulos bloques de hielo —que se forma sobre un estanque—. Cada bloque mide aproximadamente 20 centímetros de largo pero los más grandes pueden llegar a pesar 70 kilogramos. Se necesita al menos un millar de metros cúbicos de hielo para construir una ciudad de este tipo.
Tradicionalmente, en vísperas de Navidad, las autoridades de muchas ciudades de Rusia instalan en las principales plazas un árbol de Navidad —que en Rusia se llama yolka—, mientras que otras localidades prefieren construir magníficas ciudades transparentes de hielo, ideales para visitar en familia.