De esta manera, el animal, al que bautizaron Mansur —en lengua altai significa 'oso'— se quedó a vivir en el aeródromo. Tiene aproximadamente siete meses y se ha convertido en el favorito de todos. Las familias locales llegan al sitio para ver a uno de los depredadores más peligrosos jugar igual que un niño. Por el momento, los pilotos preparan a Mansur para la hibernación.
No te pierdas cómo juguetea Mansur en la pista con los empleados del aeródromo y con su nuevo amigo, un perro husky.