Con los ojos brillantes, la piel lisa y una doble hilera de dientes, el disfraz de tiburón parece estar listo para protagonizar una nueva película de terror sobre el temible depredador marino. Sin embargo, para que el escualo se pudiera mover, los ingenieros tuvieron que poner a una persona dentro del muñeco. Así fue como el 'pececito' pudo empezar a nadar.
¡Mire el insólito vídeo y piénseselo dos veces —ahora también en la piscina— antes de meterse en el agua!