Por desgracia, la baja marea no ayudó a los rescatistas —miembros de la marina, soldados, trabajadores de la Secretaría mexicana del Medio Ambiente, pescadores de la localidad—, que vieron frustrados sus intentos de regresar al mar a los cetáceos.
De las 27 ballenas varadas, solo tres pudieron ser salvadas con éxito. Según los expertos, no se observaron signos de violencia en los mamíferos, así que lo más probable es que se hayan extraviado luego de perder a su guía.
Las ballenas piloto se mueven en grandes manadas y se caracterizan por los fuertes lazos sociales que las unen; por esta razón estos animales no abandonan a sus ‘amigos', aunque esto signifique la muerte.