Los manifestantes exigen que se suspendan los decretos de emergencia que permiten despidos masivos y modifican las condiciones de negociación colectiva, entre otras cosas.
La policía antidisturbios tuvo que dispersar las protestas en la capital peruana con cañones de agua.
Las marchas también tuvieron lugar en otras ciudades peruanas, incluida Arequipa, la segunda más grande del país.