Este entrenamiento se celebró en el marco de una revisión repentina que empezó el 17 de julio, informó el servicio de prensa del ente castrense ruso. Su objetivo ha sido comprobar la puesta a punto de las fuerzas militares rusas a la hora de tomar parte en combates.
Durante varios días los militares de una brigada motorizada y la infantería de marina de la Flota del Norte de Rusia realizaron diversas tareas teniendo en cuenta las experiencias que habían acumulado desempeñando distintas operaciones en los conflictos armados modernos.
En la grabación publicada por el Ministerio de Defensa de Rusia se puede ver cómo distintos equipos militares embarcan en un buque militar. Antes de que empezara la operación de desembarco, los cañones AK-100 y AK-725 instalados en los buques Severomorsk y Kondopoga neutralizaron distintos puntos de fuego enemigos desplegados en la costa.
A su vez los tripulantes del helicóptero Ka-27 y los del grupo aéreo de la nave Severomorsk bombardearon los blancos desde el aire y aseguraron el desembarco de los marines rusos en la retaguardia enemiga. Una vez realizadas estas tareas las fuerzas principales ocuparon la costa con ayuda de cinco lanchas de desembarco: dos de la clase BK-16.
Durante este ejercicio los infantes marinos utilizaron vehículos aéreos no tripulados para realizar tareas de inteligencia y precisar la situación táctica. En total, más de 20 buques, submarinos y embarcaciones, 10 drones de distintos modelos, más de 250 equipos militares y más de 3.000 efectivos tomaron parte en los ejercicios.
