Los activistas portaban carteles con ojos dibujados para recordar a los agentes del orden público el daño ocular que sufrieron varios manifestantes o que quedaron ciegos durante las protestas gubernamentales. El número de afectados podría llegar a las 352 personas, según el Instituto de Derecho Humanos.
En Chile inició una oleada de protestas en octubre del 2019 después de que el Gobierno anunciase que iba a subir las tarifas del metro. Si bien la medida fue cancelada posteriormente, las protestas continuaron extendiéndose a otros aspectos de la vida cotidiana, incluida la desigualdad.