En particular, la misión principal era repeler un ataque aéreo de un eventual enemigo con la ayuda de misiles antiaéreos Kinzhal —daga en español—, capaces de abatir no solo cualquier aeronave en un radio de 12 kilómetros, sino también misiles y bombas.
También se emplearon cañones de artillería de distintos calibres y un cañón rotativo AK-630, capaz de cortar literalmente en dos navíos de pequeño tamaño y aeronaves. Por la oscilación de los cañones de artillería y las condiciones atmosféricas, se puede apreciar el gran oleaje que había durante las maniobras.