Había 234 personas a bordo, incluyendo siete miembros de la tripulación y seis niños. No ha habido víctimas mortales gracias al buen hacer de los pilotos, que lograron hacer aterrizar la aeronave manualmente.
El motor del avión se incendió durante el despegue por culpa de los pájaros que se metieron allí, según las primeras investigaciones.