Las organizaciones especializadas en protección de derechos de las mujeres convocaron esta manifestación después de que la oficina del fiscal general publicara datos que señalaron a la reducción de feminicidios en Bolivia de 111 en 2018 a 78 en 2019.
"Esta es una nueva demostración de que todos podemos unirnos (…) de que no tenemos que ser indiferentes y quedarnos inmóviles frente a cualquier expresión de violencia (…). Particularmente hay que poner un dique a la violencia contra las mujeres, los niños y las niñas", declaró uno de los participantes de la manifestación.
El presidente boliviano Evo Morales y la presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, también se sumaron a esta manifestación.
"Que haya justicia y que nunca más haya violencia contra las mujeres", declaró Morales frente a los participantes del movimiento reunidos cerca del palacio presidencial.
Además, el mandatario boliviano prometió responder a las demandas de los manifestantes aprobando nuevas leyes. Aunque el Gobierno de Bolivia ha emprendido distintos intentos para atajar la violencia y ha impulsado la creación de entidades como la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia en los últimos años, los feminicidios en este país latinoamericano no han cesado.