Varias personas originarias de Ciudad Juárez y también algunos residentes fueron víctimas del violento ataque perpetrado por el supremacista blanco Patrick Crusius, que causó 20 muertos y 26 heridos, seis de ellos mexicanos.
Durante el acto de homenaje, los vecinos de Ciudad Juárez instaron a que las autoridades estadounidenses refuercen el control de armas de fuego en el país.
Según declaró Lucía Valenzuela, miembro del Club Rotario Juárez Ejecutivo, los pueblos de EEUU y México deben apoyarse mutuamente "y no ver las fronteras como diferentes países, sino apoyarnos como vecinos".
Después de tres tiroteos masivos acaecidos en otras tantas ciudades estadounidenses en menos de 24 horas, el presidente de EEUU, Donald Trump, ordenó al Departamento de Justicia elaborar una legislación que imponga la pena de muerte en forma expeditiva contra los individuos responsables de ataques.