Los presentes, entre los cuales se encontraban muchos miembros del APRA, rodearon su ataúd y cantaron consignas, acusando al actual mandatario del país, Martín Vizcarra, de ser un "asesino".
A petición de la familia de García, la ceremonia de entierro del expresidente se realiza en privado, rechazando los honores de Estado que por ley se otorgan a los presidentes fallecidos.
En la mañana del 17 de abril, Alan García se suicidó de un tiro cuando la Policía realizaba un allanamiento a su vivienda en Lima, cumpliendo un mandato judicial que ordenaba su detención preliminar por presuntos delitos de corrupción relacionados con Odebrecht.