En las protestas del último sábado fueron detenidas 240 personas, 200 de las cuales fueron puestas bajo custodia policial.
Los manifestantes, que visten chalecos amarillos fluorescentes, protestaban en un principio contra el alza en los precios de los combustibles y los impuestos relacionados, pero luego sus reivindicaciones se extendieron a otras demandas sociales y políticas, incluyendo la exigencia de que el presidente Emmanuel Macron presente la renuncia.
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Las manifestaciones han derivado en enfrentamientos con las fuerzas del orden, destrucción de edificios y automóviles, saqueos y otros hechos violentos.