Una serie de vacilaciones subterráneas destruyó prácticamente la ciudad armenia de Spitak en cuestión de 30 segundos y produjo serios daños materiales en Leninakan —actual Gyumrí—, Kirovakan —actual Vanadzor— y Estepanavan. La fuerza del terremoto en su epicentro, que se encontraba bajo Spitak, alcanzó una magnitud de 10 grados en la escala de Richter.
El 7 de diciembre toda Armenia conmemora el Día de la Memoria de las Víctimas del terremoto.