En total, los operarios rusos instalaron 288 soportes para la carretera de los cuales 85 se encuentran en el mar, algo que complicó los trabajos de construcción. De los 19 kilómetros de carretera, 9 ya han sido asfaltados.
"Todos los especialistas que trabajan en esta obra entienden que es un gran desafío de ingeniería. Trabajar aquí no solo es de gran interés para ellos, sino que es un honor", dijo Román Nóvikov, portavoz de la empresa Taman, implicada en el proyecto.
El puente de Crimea es el proyecto de ingeniería rusa más ambicioso de los últimos años. Se está levantado sobre el estrecho de Kerch, en el mar Negro, y unirá la península con el resto de Rusia en el año 2018.
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