El COI anunció el 5 de diciembre que aceptará la participación bajo bandera neutral solo de aquellos deportistas rusos que sean declarados 'limpios de dopaje'. El Comité Olímpico ruso, por su parte, será inhabilitado.
Las autoridades rusas han rechazado rotundamente las acusaciones de dopaje institucionalizado, aunque han admitido que en el deporte ruso sí hubo casos de dopaje.
El presidente del país, Vladímir Putin, subrayó que Rusia nunca tuvo ni tiene un sistema institucionalizado de dopaje.
También apuntó que las acusaciones contra Rusia en lo relativo al uso de sustancias dopantes por parte de sus atletas buscan generar descontento en el país de cara a las elecciones presidenciales que se celebrarán en marzo del próximo año, un mes después de los Juegos Olímpicos de invierno de 2018.
