La aplicación se basa en el sistema de notificaciones del dispositivo. Incluso cuando alguien envía un mensaje que inmediatamente borran, el celular lo muestra en la pantalla durante los segundos que el usuario tarda en borrarlo. Una vez borrado, el mensaje desaparece de la pantalla de bloqueo. Y es durante esos segundos cuando la aplicación hace su magia.
Aunque tiene sus limitaciones. La aplicación solo se basa en el historial de notificaciones, de manera que si WhastApp está en primer plano el mensaje no se envía a las notificaciones y, por tanto, WAMR no lo guarda. Así que la app solo funciona si el celular está bloqueado o si el usuario no tiene la aplicación abierta.
En esencia, WAMR crea una copia de seguridad de todos los mensajes en tiempo real. Así que el usuario que utilice la aplicación debe tener en cuenta las implicaciones para su privacidad. El usuario tiene que darle acceso al centro de notificaciones. ¿Dónde acaba toda esa información? No queda claro.