Quizás las velocidades que desarrollan los vehículos solares no se acerquen a las de las competencias tradicionales de automóviles, ni alcancen la misma visibilidad mediática, pero son aportes para que en un futuro esta nueva forma de movilidad esté al alcance de todos, explicó a Sputnik Daniel Gómez Gómez, presidente de la Asociación de Ingenieros Tecnológicos del Uruguay (AITU), uno de los jurados de la carrera.
"La diferencia de este tipo de competencia respecto al 'motor sport' es que en definitiva sirve para crear e innovar, hacer investigación y desarrollo. Más que un 'motor sport' es un 'brainstorming' (lluvia de ideas) que integra la tecnología y el deporte. Evidentemente se busca llegar a la meta, pero más allá de eso la potencialidad de este tipo de actividades es poder brindar desarrollo y conocimiento", aseguró el jurado.
Gómez señaló que se trató de "una experiencia muy buena", particularmente si se tiene en cuenta "el esfuerzo que se hace para lograr y materializar esa carrera en Chile": a partir de esta edición de la CSA, además, los participantes pueden sumar puntos para la clasificación mundial que lleva la Federación Internacional de Autos Solares.
Más información: Así es la carrera de autos solares más impresionante de América Latina
En la categoría de vehículos puramente solares monoplaza resultó ganador el coche Punch II, desarrollado por estudiantes de la Universidad de Lovaina (Bélgica). En la página del equipo, detallan que el vehículo pesa 145 kilogramos, y en condiciones ideales puede llegar a recorrer hasta 600 kilómetros sin recargar.
El Punch II "totalizó la mayor cantidad de kilómetros" (2.556), dijo Gómez, mientras que el equipo que le siguió, los chilenos de Apolo IV (Universidad de Santiago), hicieron 1.071 kilómetros, pues el resto optaron por remolcar el vehículo, decisión que quita puntos.
El chileno Haalur (Universidad Diego Portales), un solar biplaza, fue el único que compitió en su categoría, y totalizó 226,4 kilómetros. En tanto, la categoría monoplaza híbrida (a tracción humana y solar) tuvo como campeones a los colombianos del Fénix EV (SENA), que alcanzaron 45 puntos, seguidos por los bolivianos del Inti III, con 39 puntos.
En los híbridos biplaza, se coronó vencedor el EMU Alfa, de la Universidad Adolfo Ibáñez (Chile).
Te recomendamos: El primer auto eléctrico en América del Sur
"Los híbridos son vehículos que desarrollan menos velocidad, pero son más competitivos entre sí. Al entrar en las ciudades, en el entramado urbano la gente los ve y la competencia es más interesante. Están más parejos y se asemejan más a las competencias en pista", explicó Gómez, jurado en esta categoría.
Respecto a las dificultades, Gómez indicó que cada categoría "tuvo la suya propia". Los coches más grandes y veloces tuvieron como desafío "la autonomía y algunos problemas mecánicos". Además estuvieron "muy distanciados" uno de otro, con un día y medio de diferencia entre el primero y el segundo; y un día entre el segundo y el último.
Para el presidente de la AITU, en conclusión, "la experiencia fue muy buena", por el desarrollo "personal" de todos los participantes. Asimismo, manifestó el deseo de que en su país haya equipos en próximas ediciones, y por qué no, que se organice una carrera en las rutas uruguayas.
No te lo pierdas: ¿Cuánto cuesta comprar un auto eléctrico en América Latina?
"Me gustaría poder encontrar en nuestro país gente con ganas, voluntad y entusiasmo de asumir caminos de ese tipo. El camino lógico sería que algún equipo de alguna universidad o escuela técnica uruguaya pueda crear algún prototipo e ir a competir, yo los alentaría a eso", aseveró.
"Un siguiente paso es traer una competencia de ese tipo al país. No serviría solo para generar conocimiento y divulgación científica entre centros de estudio; además se posicionaría el país en algo tan importante como el desarrollo local y el conocimiento autóctono de las energías renovables en particular de la movilidad eléctrica y solar", concluyó.
La CSA tuvo 10 vehículos en competencia, que partieron de Santiago el 20 de octubre y llegaron a Arica el 28 de octubre. Las altitudes variaron de cero a 3.600 metros sobre el nivel del mar.