La primera Kometa 120M, botada en octubre de 2017, pasó el mes de abril en las costas de la península de Crimea. Durante los ensayos, todos los sistemas y equipos de a bordo funcionaron con normalidad y confirmaron sus características, según el comunicado de Kalashnikov.
La última prueba del barco será evaluar su rendimiento en alta mar con olas de 2,5 metros de altura, el límite previsto para el desplazamiento en modo de hidroala.
Las naves Kometa 120M están diseñadas para viajes de pasajeros en las zonas litorales marítimas.
Son capaces de albergar hasta 120 pasajeros y pueden alcanzar los 65 km/h. Para hacer los viajes más confortables, el interior del barco tiene aire acondicionado y la propia embarcación está dotada con sistemas automáticos de alivio de oscilaciones y sobrecargas.
El diseño de estas naves aprovecha las leyes de la hidrodinámica para elevarse sobre el agua mediante 'alas' sumergidas. La disminución de la resistencia del agua contra el fuselaje permite a la embarcación alcanzar velocidades más grandes que sus homólogos convencionales.
Otro navío civil prometedor ruso: Navegando con lujo: el barco que interesó a un emir (vídeo)