El mundo ha puesto sus miradas sobre el valor de la información personal de los usuarios de Facebook tras el escándalo de Cambridge Analyitica, la consultora británica que tuvo acceso a los datos de al menos 87 millones de usuarios para encaminar publicidad electoral e influir en sus decisiones. Pero existen evidencias universitarias del valor de estos clics, inocentes en una primera lectura.
Cambridge Analytica intentó que el Centro de Psicometría de la Universidad le brindara herramientas para llevar a cabo sus estrategias de campañas políticas y publicitarias. Los investigadores, preocupados por la privacidad, le cerraron las puertas. Fue Aleksandr Kogan, un académico vinculado a la institución educativa, el que desarrolló independientemente la polémica aplicación 'thisisyourdigitallife', que recabó los datos de millones de perfiles. Te contamos el sustento detrás de este escándalo.
¿Cómo puede Facebook conocerte tan bien?
"Al minar los 'me gusta' de Facebook, el modelo informático pudo predecir la personalidad de un individuo de manera más acertada que la mayoría de sus amigos y familiares. Con la cantidad necesaria de 'likes' para analizar, solamente el cónyuge de un usuario llegó a rivalizar a la computadora en cuanto a la exactitud de amplios rasgos psicológicos", indica una nota de prensa de la Universidad de Cambridge.
En 2015, los investigadores afirmaban que "en el futuro, las computadoras serán capaces de inferir nuestros rasgos psicológicos y reaccionar de manera acorde, dando origen a máquinas inteligentes emocionalmente, con habilidades sociales", como las que se pueden ver en las películas de ciencia ficción.
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La investigación se basó en una muestra de voluntarios que utilizaron una aplicación llamada 'myPersonality', propuesta por los investigadores. Con esta herramienta, respondían a 100 preguntas y daban acceso a sus 'me gusta'. En base a estos datos, daban un perfil psicológico que luego era sometido a evaluación por los amigos de esa persona. Este 'control' arrojó la exactitud del poder del programa.
Los gustos de una persona revelaron vínculos más globales. Por ejemplo, alguien que manifestara su afición por Salvador Dalí mostraba un alto nivel de apertura. Un seguidor de Usain Bolt tiende a ser relajado y calmo, alguien que mira charlas TED es más liberal y artístico.
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"La habilidad de juzgar la personalidad es un componente esencial de la vida social, desde las decisiones cotidianas a planes de largo plazo —como con quién casarse, en quién confiar, a quién contratar o a quién elegir como presidente—. Los resultados de este análisis de datos pueden ser muy útiles al momento de ayudar a las personas a tomar decisiones", decía en 2015 David Stillwell, uno de los coautores del estudio.