Google contra Amazon: la batalla está servida
"Si bien es probable que del enfrentamiento entre Google y Amazon ahora no se hable tanto como antes, las consecuencias para sus usuarios no han pasado a ser menos. Alphabet Inc. —conglomerado del que forma parte Google— y Amazon.com Inc. tienen, evidentemente, cada una sus propios intereses. Pero no se dan cuenta —o hacen ver que no se dan cuenta— de la cantidad de molestias que están causando a sus clientes", escriben en el portal.
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La guerra fría tecnológica ha comenzado
Pero no lo hizo ayer, sino en 2011, cuando Amazon creó su propia versión de Android para tus tabletas Kindle Fire. En ese momento, la compañía permitió que en el dispositivo permaneciesen aplicaciones como la Play Store de Google, pero a su vez invitaba a sus usuarios a utilizar las 'apps' de la compañía en lugar de las de la competencia. La empresa de Jeff Bezos fue después más lejos y dejó de ofrecer su plataforma Prime Video en los dispositivos de televisión de Apple y de Google.
Sin embargo, tras ese episodio, la guerra fría contra Google se volvió más cruenta. La versión de YouTube que Amazon comenzó a incluir en sus Echo Show —altavoces con pantalla e inteligencia artificial— no mostraba las actualizaciones disponibles y recomendaba mirar los vídeos desde otra plataforma. Desde Google denunciaron que la medida iba en contra de los términos de uso del servicio y retiró el canal Amazon de sus dispositivos. Bezos, como respuesta a la represalia de Google, dejó de vender parte de los dispositivos Nest, propiedad de su competidor.
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Los usuarios salen perdiendo
"En noviembre de 2017, Amazon volvió, sin autorización de Google, a incluir en su Echo Show una versión adaptada de YouTube. Google respondió diciendo que eliminaría la plataforma de vídeos del resto de dispositivos de Amazon. Para justificar la medida, Google arguyó 'falta de reciprocidad' y recordó el momento en el que Amazon dejó de vender sus productos", señalan en Expert.
Con este 'toma y daca', ambas empresas se han olvidado de los principios que las definen, advierten. Amazon, por ejemplo, debería estar esforzándose por ofrecer el mayor catálogo de productos posible a sus clientes, "pero viendo cómo están las cosas sería más adecuado decir que se esfuerza por ofrecer el mayor catálogo de productos que no sean de Google". Por su parte, Google se define a sí mismo como un defensor de la libertad en Internet y desea que la información sea más accesible, "pero es evidente que los dispositivos de Amazon no entran en esa categoría".