Este chip llamado Elise se fabrica utilizando un procesador de 28 nanómetros que le permite acomodar 1.600 millones de transistores. Es fabricado por la empresa Elvees-Neotec y está específicamente diseñado para los sistemas de visión artificial.
La singularidad del procesador Elise radica en sus módulos especializados, incluidos algunos propios. Gracias a esto, sobre la base de Elise se pueden crear cámaras de vídeo con sofisticados algoritmos de análisis integrados, incluidos aquellos basados en redes neuronales ultraprecisas.
Estas potenciales funciones abarcan el reconocimiento facial, la protección perimetral y la detección de incendios para sistemas de seguridad, además del control de gestos para dispositivos de realidad virtual, reconocimiento de género, edad y emociones para minoristas y reconocimiento de marcas estatales de registro de automóviles y violaciones de tráfico para sistemas de transporte inteligentes.
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