"Vemos que la inteligencia artificial empezó a usarse en sistemas de protección; (…) podemos predecir que pronto va a usarse también para atacar sistemas", declaró Ermakov a Sputnik en una entrevista.
El experto añadió que toda la seguridad requiere gastos.
Destacó que un reforzado control de seguridad supone pérdidas financieras para los empresarios.
"Hay que calcular inversiones de modo muy preciso", concluyó.
En la opinión de Ermakov, los recientes ataques con virus como WannaCry y ExPetr mostraron los puntos débiles de muchos sistemas de seguridad, lo que estimula mejorarlos para combatir con nuevos virus.
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Según opina ESET, una compañía de seguridad informática con la sede en Bratislava, el nuevo ciberataque global usó una nueva variante del virus Petya, combinada con el exploit de SMB (EternalBlue) que WannaCry utilizó para entrar en la red.
El software EternalBlue, diseñado por la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA) y filtrado por el grupo de hackers Shadow Brokers, sirvió de base para el virus extorsionador WanaCrypt0r 2.0 que en mayo pasado bloqueó más de 200.000 ordenadores en unos 150 países.