El fabricante de las plataformas flotantes para molinos de viento, la empresa noruega Statoil espera que la tecnología sea popular en los países con larga línea costera como Japón, Gran Bretaña y la costa occidental de EEUU.
Por el momento está instalada solo una turbina en la plataforma flotante, otras cuatro están esperando su turno. Para finales del mes serán fijadas todas las cinco turbinas a 25 kilómetros de la costa.
La altura de la torre de la turbina con aspas es de 175 metros. Pesa 11,5 toneladas. En la góndola de la turbina pueden caber dos vagones de mercancías y cada una de las palas es de 75 metros de longitud —igual a un pequeño avión de pasajeros—.
La zona debajo de la plataforma alcanza 78 metros. Su fondo está relleno de mineral de hierro para incrementar el peso. La profundidad máxima del mar en el lugar donde se instalan las turbinas es de 1.000 metros. Las aspas se manejan por un programa que corrige su movimiento durante el viento fuerte.
La torre con la turbina se fija de forma vertical con la ayuda de remolcadores que tiran las cuerdas. El proceso se controla a distancia por varios drones submarinos.
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