El algoritmo calcula el número de drones —o depredadores— necesarios e indispensables para atrapar a una determinada presa.
Los autores del estudio explican que, a diferencia de otros modelos, el suyo tiene en cuenta factores como la capacidad de los depredadores de predecir los movimientos de sus presas, su influencia en el comportamiento de la víctima ante una situación de pánico y la cooperación entre los miembros de la manada.
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Afirman que, aplicando este algoritmo a los drones, estos se comportan de una forma muy similar a la de leones, lobos y coyotes.
Los científicos esperan todavía conseguir resultados incluso más reales utilizando técnicas de aprendizaje por ordenador.
Estos drones no solo podrían ser útiles en misiones militares en las que fuese necesario derribar drones enemigos o para cooperar con la policía en persecuciones, explican, sino que también podrían resultar interesantes para el público general aficionado a los vehículos no tripulados.
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