Las reglas, que entrarán en vigor el 1 de junio de este año, tienen por objeto aumentar el control sobre la seguridad de los productos y los servicios de internet, prevenir los ciberriesgos y defender la seguridad nacional de China.
Según las nuevas reglas los proveedores de servicios y productos de internet son responsables por la veracidad de la información abastecida.
Se aplicarán, además, nuevas normas respecto a mensajes o comentarios de índole militar o política que deben respetar la constitución, la legislación, contribuir a una cultura espiritual sana y defender los intereses de Estado.
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A finales de diciembre de 2016 el Gobierno chino declaró la intención de garantizar un ciberespacio seguro, abierto, legitimado y pacífico.
Además, en los últimos años, Pekín aprobó varios documentos que exigen a las compañías de internet y a los medios controlar cuidadosamente la calidad de la información que distribuyen en la red.
