A fin de no perder el mercado más prometedor, Microsoft consintió colaborar con una compañía estatal, China Electronics Technology Group, personalizando su producto conforme a los requisitos del gigante asiático, publica The Wall Street Journal.
Aunque no se revela exactamente qué modificaciones han tenido lugar, anteriormente se comunicó que Pekín "está preocupado por los productos tecnológicos que pudieran contener 'puertas traseras', facilitando la vigilancia extranjera".
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Un representante de la compañía estadounidense confirmó que el sistema operativo había pasado pruebas en tres entidades chinas, incluyendo la aduana.
Mientras tanto, el artículo subraya que al ceder ante las autoridades chinas consintiendo en colaborar con las empresas estatales del gigante asiático, otras compañías informáticas estadounidenses —Intel, IBM, Qualcomm, entre otras— corren el riesgo de que sus tecnologías sofisticadas caigan en manos de sus competidores chinos.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 25 de agosto de 2016
