Por esa razón, en los últimos años Rusia se ha dado a la tarea de captar a los futuros genios de su país desde temprana edad. Para ello, ha creado Cuantórium, un nuevo modelo de educación complementaria, en el que los niños desde muy pequeños aprenderán a crear, inventar, generar soluciones extraordinarias a problemas comunes y a trabajar en equipo.
En estos centros de investigación se promueve un ambiente intelectual, en la que los niños desarrollan su pensamiento creativo, a la vez que pueden aprender con tecnologías y herramientas de vanguardia.
El Ministerio de Educación ha abierto diversos centros de investigación de Cuantórium en varias ciudades de la geografía rusa, cada uno de ellos con una misión especial. El Cosmocuántum, por ejemplo, está destinado a la investigación en cosmonáutica; el Aerocuántum se centra en la creación de drones de pequeño tamaño, mientras que el IT-cuántum se concentra en la programación y la creación de programas para defender la información.
Otros de los Cuantórium que han aparecido en el país eslavo son el Neurocuántum, el Nanocuántum, el Lasercuántum, el Geocuántum, el Robocuántum y el Autocuántum.
Los participantes de los centros de investigación tienen la oportunidad de participar en concursos a nivel nacional e internacional y acceder a becas y ayudas para proseguir su educación en el ámbito de la ciencia.