Un sistema especial llamado termopermutador, instalado en el generador de nieve Snowfactory, permite refrigerar el agua hasta la temperatura de congelación. Los diseñadores han subrayado que el proceso de congelación se realiza sin usar suplementos químicos.
Para que el cañón funcione solo es necesario el frío producido por el propio dispositivo mientras que el refrigerante utilizado durante el proceso de creación de nieve artificial no acaba contaminando el medio ambiente.
Los diseñadores han indicado que Snowfactory es el único cañón de nieve que no deja humedad residual en la zona en la que se ha usado.
Para utilizar Snowfactory no son necesarias obras de instalación ya que el sistema es fácilmente transportable y para hacerlo funcionar solo se necesita agua y electricidad.
La máquina gasta 80 litros de agua cada minuto y la temperatura ideal para su funcionamiento va de los 0 a 24 grados, aunque es capaz de trabajar a temperaturas de más de 30 grados —si bien a estas temperaturas la nieve se funde inmediatamente—.
Su uso está pensado para las pequeñas pistas de esquí o para poder jugar con bolas de nieve en pleno verano.