Ambos tabléfonos (también conocidas como phablets) gozan de pantallas de 5,7 pulgadas con una resolución de 2.560 por 1.440 píxeles (QHD) producidos con tecnología Super AMOLED.
La pantalla del Note 5 es plana, como la de sus predecesores, mientras el S6 Edge+ está redondeada en los bordes.
Otra diferencia es el tradicional Stylus S Pen que en el Note 5 permite tomar notas y dibujar incluso con la pantalla apagada, así como usar numerosas funciones pertinentes. El otro terminal no lo tiene.
Los aparatos cuentan con potentes procesadores de 64 bits con 4 GB de RAM y dos cámaras, de 5 y de 16 megapíxeles.
Otro punto en común es la batería que en ambos casos es de 3.000 mAh.
Ambos terminales apoyan el sistema propio de pagos Samsung Pay.
Las ventas de los aparatos empezarán en EEUU y Canadá el 21 de agosto.