Al menos 56 personas han contraído el COVID-19 en Paju, una ciudad al norte de Seúl, tras visitar un Starbucks, según los medios locales. La fatal combinación de tres factores provocó que el virus, portado por una de las clientas, contagiara a un gran número de personas.
El origen del problema se encuentra en que la enferma de coronavirus, según ha informado un experto a la cadena de televisión surcoreana Arirang News, se sentó cerca del aparato de aire acondicionado.
Es cierto que estos dos factores escapan al control del cliente, pero hay algo más que resultó decisivo para que se desencadenara la infección masiva: el hecho de que pocos de los clientes llevaban mascarilla. Si todos la hubieran llevado, probablemente el resultado habría sido muy diferente, y para muestra, un botón: los cuatro empleados llevaron guantes y mascarillas durante todo el turno y ninguno se contagió.
"Muchos de los clientes no llevaban mascarillas, y parece ser que la tienda no estaba bien ventilada a pesar de que el aire acondicionado estaba en marcha debido a la humedad", declaró a medios locales la directora del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Corea del Sur (KCDC), Jung Eun-kyeong, quien incidió en que la transmisión por gotículas también es posible en espacios cerrados.
Y es que, aunque no supongan una garantía absoluta de evitar el contagio, las mascarillas siguen siendo el instrumento más efectivo que hay para protegerse ante el coronavirus, alertan las autoridades sanitarias del país.