Rashford regresa este 19 de junio al terreno de juego —"a mi trabajo diurno", ironizó en las redes sociales— en un encuentro de la Liga Premier contra el Tottenham Hotspur, en Londres. Pero la joven promesa de la selección inglesa y estrella de los Reds de Manchester no se quedó de brazos cruzados en los tres meses de cuarentena.
Dirigió, a sus 22 años, una campaña contra la hambruna infantil que noqueó al mandatario conservador y logró el cambio de rumbo que perseguía. Johnson aceptó prolongar las "comidas gratuitas" para los hijos de familias con escasos recursos, que tradicionalmente se suspenden durante las vacaciones escolares.
Tirón en las redes sociales
"Esto no va de política, sino de humanidad", escribió el deportista. Rashford cuenta con 8,5 millones de seguidores en Instagram y 2,9 millones en Twitter, y su carta abierta a los parlamentarios británicos provocó un maremoto político y mediático, que aún no se ha calmado.
"No tengo la educación de un parlamentario, pero tengo educación social", remarcó el 10 del Manchester United. Rashford exige "protección para los niños vulnerables" en un sistema que no funciona para todos, según comprobó de crío.
"Mi madre trabajaba a tiempo completo, ganaba el salario mínimo para asegurar que pudiéramos cenar cada noche. Pero no alcanzaba. El sistema no está diseñado para que triunfen familias como la mía, por muy duro que mi madre trabajara", denunció.
El gol político del ariete duele en el equipo de gobierno. Tres meses antes, distintos ministros criticaron a los clubs de la Premier por acogerse al plan de retención de empleo mientras los "jugadores cobran millones y los multimillonarios propietarios no se inmutan". "Lo primero que los jugadores pueden hacer es contribuir", agregó el titular de Salud, Matt Hancock. El diputado conservador Julian Knight reprochó el "vacío moral" del fútbol profesional.
En la cantera del United
Rashford creció en Wythenshawe, distrito pobre de Manchester. A los 5 años entrenaba en el club local Fletcher Moss Rangers y dos años después pasó a la cantera del Manchester United. Le aceptaron en la reputada academia de fútbol antes de cumplir la edad reglamentaria (12 años) ante la insistencia y presión de su madre, según el mismo recordó días atrás.
"Básicamente te dan alojamiento cerca de las instalaciones y colegio nuevo. Mi madre presionó mucho porque sabía que era el paso que me convenía dar. Necesitaba comer una alimentación correcta, estar cerca de mis compañeros… ", contó en una entrevista con la BBC.
Una boca menos que alimentar en casa y menor riesgo de que el talentoso deportista se desviara del camino. Las drogas y las bandas callejeras florecen en zonas deprimidas de casi todo el país. Diez años después, Rashford firmaba su más reciente contrato con el United, con un salario base de 200.000 libras semanales.
Rashford juega en la selección inglesa desde los 16 años y periódicamente bate hitos desde que marcó por partida doble en su debut en la Premier y como internacional, en 2016.
Que ningun niño pase hambre
"Hoy tengo el foco en un trofeo que representa algo más grande que el fútbol. En este caso, el trofeo es para combatir la pobreza infantil", dijo esta semana. Poco después se confirmó el giro a la redonda de Johnson, que asegura comidas para los escolares este verano.
"Rashford 1 - Boris 0", se pintó en una tela sobre la señal de bienvenida a Wythenshawe. Para su más famoso oriundo es otro triunfo en un trimestre dedicado al activismo sociopolítico. Antes, ayudó a recaudar más de 20 millones de libras respaldando a FareShare, fundación de distribución de comida donada.
"Rashford forma parte de una nueva ola de atletas negros filántropos que están dando su voz, su privilegio y su riqueza para el bien social", ha señalado Derek Bardowell, autor de No Win Race, libro que traza la historia de tres generaciones de británicos negros conectados por el deporte.