María José y su esposo Félix Garcia-Ochoa viajaron desde su país, España, hacia Uruguay en enero de 2020. Pensaban permanecer un semestre en el país sudamericano, período en el que Félix cumpliría con una beca de investigación. Llegaron a Montevideo en 27 de enero en un vuelo de Iberia y pretendían regresar a Europa el 5 de mayo, un plan que la pandemia de COVID-19 frustró.
"Teníamos la vuelta para mayo y muchas otras personas las tenían para marzo o para abril", explicó a Sputnik María José Gallego, señalando que muchos de ellos sufren el "agravante" de que la aerolínea con más vuelos entre Montevideo y Madrid, Iberia, "va cambiando las normas". Según la ciudadana española, la compañía modificó en varias oportunidades la fecha en que podrían reinstaurarse los servicios y no da certezas a los varados sobre si podrán utilizar los billetes de vuelta ya adquiridos.
La preocupación compartida dio vida a un grupo de whatsapp donde los damnificados comenzaron a organizarse. Así lograron ubicar a una treintena de españoles buscando regresar a su país y a unos 19 uruguayos residentes en el país europeo y que también buscan regresar. Los primeros contactos con el Consulado Español fueron los que trajeron al grupo la noticia de que, de acuerdo a los registros de la sede diplomática, hay unos 200 varados.
A pesar de ese primer contacto, los españoles esperan respuestas más fuertes de las autoridades españolas. El lunes 11, tras la concentración, los varados fueron recibidos por el embajador español en Uruguay, José Javier Gómez-Llera y García-Nava. Según Gallego, el embajador dijo no ser consciente de la cantidad de españoles varados en Uruguay aunque, al mismo tiempo, deslizó que se encontraba intentando encontrar un vuelo para los damnificados.
"Esta es la situación. Nos sentimos absolutamente abandonados por parte del Ministerio (de Relaciones Exteriores de España)", lamentó Gallego. Tanto ella como Félix, su esposo, ven con preocupación que el Gobierno español destaque públicamente que los españoles en el exterior ya están regresando cuando "aún quedan miles", según ellos.
Gallego señaló como, mientras no hay una solución, los españoles varados deben hacer frente a gastos de alojamiento y seguros médicos que no tenían previsto. En el caso de Gallego y su esposo, por ejemplo, deberán lograr la prescripción de nuevos medicamentos para continuar tratamientos que ya deberían estar cumpliendo en su país.
Entre esquiladores y varados
Mientras los españoles varados realizaban gestiones para regresar, una noticia los sorprendió: en plena pandemia, un vuelo de la compañía Air Europa viajaría desde Madrid hacia Montevideo, para luego regresar a la capital española.
En el vuelo de ida, el avión devolvería a su país a uruguayos varados en Europa y, al regreso, trasladaría a 250 esquiladores uruguayos que cumplirán tareas en establecimientos de ovinos de la comunidad autónoma de Aragón.
El grupo de varados hizo gestiones ante la Cancillería uruguaya en busca de un posible acuerdo para utilizar ese vuelo. Sin embargo, el propio canciller uruguayo Ernesto Talvi les informó que los esquiladores seleccionados ya habían sido testeados para descartar COVID-19 por lo que, sumar pasajeros que requieran testeos a última hora, retrasaría el vuelo ya contratado por empresas privadas españolas.
La otra alternativa manejada por los varados es apelar a los cinco vuelos que en los próximos días partirán desde Buenos Aires hacia Madrid, en un intercambio de varados coordinado entre España y Argentina. Los varados en Uruguay consideran que algunos de esos vuelos pueden hacer escala en Montevideo y recoger a quienes necesitan regresar a España.
Mientras ya organiza una nueva concentración frente a la Embajada, el grupo aclara que está dispuesto a abonar los pasajes de un nuevo vuelo, quitando del debate el coste de la operación.