El 2 de julio de 1947 no es cualquier día para los amantes de los ovnis y la temática extraterrestre. Es la fecha de lo que se conoce como el 'caso Roswell': la aparición en Roswell, Nuevo México, de restos de lo que parecía ser un 'plato volador' proveniente de otro planeta.
A diferencia de muchos otros avistamientos, el caso fue conocido por generar infinidad de teorías conspirativas sobre los intentos del Gobierno de EEUU por esconder lo que realmente había sido hallado por un granjero de la zona.
Mientras la Fuerza Aérea estadounidense insistía en que se habían encontrado 'globos' que formaban parte de un programa secreto, muchos escépticos aseguraban que la NASA había capturado cuerpos de seres extraterrestres y los estaba sometiendo a autopsias.
Tal es la importancia de aquel día, que la comunidad interesada en temas extraterrestres decidió conmemorar cada 2 de julio como el Día Mundial de los Ovnis.
Dante Franch es un investigador argentino especializado en ovnilogía. Comenzó a interesarse por los extraterrestres en la década del 60 cuando, con 9 años, tuvo un encuentro cercano con una nave extraterrestre.
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Durante un campamento de jóvenes católicos cerca de San Carlos de Bariloche, un "punto luminoso" comenzó a acercarse al fogón hasta revelarse como "un disco con una especie de panza". Mientras todos corrían asustados, el niño Dante permaneció quieto e incluso intentó ir en dirección a la nave cuando se adentró en un bosque cercano.
La curiosidad de Franch por el tema lo llevó a especializarse y, desde hace 25 años, conduce el programa radial 'Encuentro Cósmico' por Radio del Pueblo AM 830 de la Ciudad de Buenos Aires.
Para Franch, la fecha del 2 de julio y el caso Roswell marcaron el comienzo de la "era del encubrimiento", caracterizada por la intención de los gobiernos de los países del primer mundo por no revelar a la población la información con la que contaban sobre avistamientos extraterrestres.
Consultado sobre el escepticismo que existe sobre la veracidad de los relatos sobre encuentros con extraterrestres, el especialista pidió "diferenciar" los diferentes posicionamientos sobre el tema.
"Por un lado está la gente común, que en un 60% ha tenido observación de objetos voladores no identificados, algunos de los que se corresponden a aviones, meteoritos o resplandores pero otros que sí se corresponden con vehículos extraterrestres dirigidos", apuntó.
En otro sector está la comunidad científica, que según Franch insiste en querer aplicar el rigor científico a la búsqueda de extraterrestres cuando no es algo tan sencillo.
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"Pretenden que yo pueda recrear que cada vez que quiera aparezca uno de estos seres en una nave y se deje analizar. Este rigor científico no existe porque para estas civilizaciones todavía somos primates, un planeta basado en el movimiento de electrodos a través de un conductor", sostuvo.
En contraposición, apuntó que los mismos científicos, y gran parte del 40% de la población que no tuvo avistamientos, reconoce que "sería absolutamente imposible que seamos la única forma de vida que se ha desarrollado en el cosmos".
Franch ubica en otra categoría a "los servicios de inteligencia y Fuerzas Armadas" de los países desarrollados, que según él cuentan con información sobre extraterrestres "desde antes de la Primera Guerra Mundial". La misteriosa desaparición del primer batallón del 5° regimiento de Norfolk, cuyos hombres desaparecieron sin dejar rastro durante una ofensiva en Turquía, se asocia a eventos extraterrestres.
Además, le ufólogo argentino señaló que muchas "pinturas rupestres" de las primeras civilizaciones humanas dan cuenta de la 'visita' desde fuera del planeta.
Para Franch, la política de los gobiernos de intentar esconder los avistamientos tiene los días contados: "Hay una apertura de los países desarrollados sobre la existencia de fenómenos anómalos en el espacio", comentó.
En ese sentido, auguró que en los próximos meses diferentes gobiernos comenzarán a revelar información reservada o permitirán de forma más flexible que se muestren pruebas al respecto.
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El argentino descartó que tengamos que tener miedo. "Hollywood ayudó a que pensamos que estos seres nos vienen a comer", señaló, asegurando que los seres del espacio tienen una razón clara por la que se muestran de forma escasa.
"Estos seres esperan que la Humanidad madure, comprenda que no estamos solos y que formemos parte de una familia universal con otras civilizaciones, ateniéndonos a las leyes que correspondan", explicó.
De hecho, bromeó con que, si lo que quisieran fuera darnos lecciones, los extraterrestres "ya estarían dando cátedra en las universidades del mundo".
Si bien las películas nos hacen pensar en que los extraterrestres siempre eligen el Hemisferio Norte, Franch fue alentador con respecto a la relación entre los visitantes y Suramérica. La región de la Patagonia, en el sur de Argentina y Chile, "es un lugar de mucha observación" por su poca población y su gran extensión.
Otras zonas como Capilla del Monte, en la provincia de Córdoba, es también uno de los puntos con más avistamientos en territorio argentino, a pesar de que la fama en materia de ovnis suele llevársela el Cerro Uritorco, a poco de allí.
La estancia La Aurora, en el litoral de Uruguay, y otras zonas de Paraguay y Colombia también suelen concentrar avistamientos, enumeró el especialista.
