La idea surgió como un proyecto escolar cuya premisa era pensar una problemática de la vida real y crear algo para solucionarla. Fue entonces que Norma Itzel Vicencio Vicencio, Vanesa Durán González, José Eduardo Acosta Olvera y Javier Cervantes Figueroa, alumnos del instituto Tecnológico Nacional de México campus Gustavo A. Madero (TecNM GAM) de entre 21 y 23 años creyeron oportuno idear algo que pudiera ser útil para su comunidad.
"Los secuestros son algo que está presente en nuestras vidas. Muchos de nosotros y nuestros compañeros los sufrimos en nuestras familias. La Ciudad de México no está preparada para cubrir esta problemática, quisimos hacer algo que aporte intentar solucionarlo", dijo a Sputnik José Eduardo, uno de los cuatro integrantes del grupo.
Así nació SafeFoot, una plantilla que se pone dentro del calzado y que contiene un botón que al ser oprimido tres veces manda una alerta de seguridad y un registro de la ubicación de la persona para que pueda ser monitoreada.
Además, la organización Alto Al Secuestro estima que en 2019 hubo un incremento de este tipo de delito de más del 36%, comparado a los cinco primeros meses de 2018. Los estados más afectados por esta problemática son Veracruz, estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Puebla y Morelos.
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La UNAM señala que existen distintas modalidades de secuestros: el express, que priva de libertad a la persona por períodos cortos y se busca una ganancia rápida; el colectivo, cuyo objetivo es obtener rehenes para negociar una entrega o pedir medios de escape seguros; y el extorsivo, donde seleccionan a las víctimas teniendo en cuenta su solidez económica.
También hay secuestros que son simulados, la UNAM los denomina secuestro virtual o extorsión; los delincuentes aprovechan la ausencia de una persona (viajes, cine, etcétera) para extorsionar a la familia. En estos casos las cifras solicitadas suelen ser menores para que resulte más fácil reunirla.
La plantilla antisecuestro cuenta con una tarjeta de comunicación móvil GSM (Global System for Mobile) y un GPS para poder ubicar a la víctima. Apunta a personas de entre 18 y 30 años, "ya que son el grupo etario más afectado por secuestros", comentó Javier Cervantes.
Por el momento es un prototipo, y los alumnos están trabajando para integrar nuevas tecnologías que cubran otros aspectos que no tengan que ver sólo con la seguridad, como lo es la salud. Al momento, el precio estimado de su valor en el mercado es de 3.700 pesos (casi 195 dólares), pero los jóvenes aseguran estar trabajando para que sea aún más económico.
"Somos conscientes de que con nuestra idea tal vez no podamos evitar que sucedan los secuestros, pero quizás podemos lograr que disminuyan", agregó Javier.
Para poder lanzar este producto al mercado los estudiantes están buscando inversionistas a través de sus cuentas de Twitter y Facebook.
