'Los Reyes del Norte'. Así los apodaron la policía y la prensa, como si a cada historia de éxito en la aprehensión de narcotraficantes les hiciera falta un título digno de una cartelera de cine. Esta investigación, que duró dos años, parecería ameritarlo.
El exclusivo y excluyente complejo residencial de lujo de la zona norte del conurbano bonaerense fue nuevamente puesto en la mira por ser el sitio de hospedaje y centro de operaciones de la cúpula de una banda narco, un lugar célebre por tratarse más de una ciudad amurallada y aislada que un simple 'country', apodo que reciben en Argentina los barrios privados.
"En Nordelta tenés una seguridad en la cual, si no sos propietario, no podés entrar sin autorización. Entonces logran estar en un ambiente super controlado que a su vez hace difícil que se les haga cualquier tipo de seguimiento porque no se puede acceder a la intimidad de esos barrios, ya sea la policía o los sicarios", dijo a Sputnik Virginia Messi, autora del libro Narcolandia.
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La especialista investigó los pasos que llevaron a la radicación en Argentina de capos de la mafia colombiana como Henry López Londoño, alias Mi Sangre, a quien detuvieron allí en octubre de 2012.
"El poder, la ostentación, el dinero van poniendo barreras a los investigadores, entonces tenemos los dos extremos: la distribución de la droga más básica está en las villas, y lo más complejo y los organizadores están en los 'countries'", dijo a Sputnik el prefecto general retirado René Vicente Reibel, exjefe del Departamento Narcotráfico de la Prefectura Naval Argentina entre 2010 y 2013.
"Es mucho más fácil capturar a los 'soldaditos' y narcomenudistas que combatir a las grandes organizaciones", agregó el experto.
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Reibel explicó que las fuerzas de seguridad dedicadas al combate del narcotráfico son auxiliares de la Justicia federal y sus movimientos están determinados por lo que decidan los jueces, secretarios o fiscales.
"Es más costoso realizar investigaciones sobre las redes del narcotráfico, mientras que hacer un procedimiento rápido con incautación de grandes dosis, que se dan a publicidad, también interesa", aseguró el prefecto general retirado.
"Todos los gobiernos trabajan en la misma sintonía, lamentablemente. Los de abajo son visibles, la misma gente del barrio te dice 'en esa casa se vende droga, este lugar es un búnker' porque se cansa de que esa gente ande pululando por ahí y contaminando a la juventud", dijo.
"Ahora, sobre los de arriba hay una protección grande porque utilizan grandes cantidades de dinero para moverse, tienen autos lujosos, yates espectaculares. Nordelta justamente está ubicado a la ribera del Río Luján, que conecta con el Río de la Plata. Ellos se mueven en otro nivel y se necesita otra estructura para estas investigaciones", concluyó.