Según declaró a la agencia FAN el comandante del batallón Piatnashka del Ejército de la RPD, al principio el cachorro "pesaba como un hámster y andaba tambaleándose".
El comandante subrayó que los efectivos del batallón lo educaron para que no se comportara de manera agresiva e indicó que el lince incluso tiene su propio cuarto de juegos.
"Stai es único en su especie. Es tan bueno y tranquilo que incluso si algo no le gusta nunca va a morder a nadie", reveló el comandante.
Agregó que al animalito, de 11 meses de edad, le encanta —como a cualquier gato— colocarse en lugares altos para observar qué pasa a su alrededor.
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El militar afirmó que "tenemos miedo de perderlo", así que el cachorro no participa en las refriegas en primera línea.