"Estoy construyendo el puente para ser el primero en hacerme una selfi en él y ver todos los lugares de la península de Crimea", asegura la mascota en sus redes sociales.
De acuerdo con una creencia popular rusa, un gato debe ser el primero en entrar en un lugar nuevo para traerle suerte.
Móstik, como lo llaman cariñosamente los trabajadores, tiene cuentas en Instagram, Facebook y VKontakte con un número total de casi 20.000 seguidores.
Las imágenes para las redes sociales las hace un fotógrafo personal del gato. Móstik incluso tiene un conductor que lo lleva a los puntos más alejados de la obra y también a casa para los fines de semana.
El gatito naranja apareció en la obra en 2015, cuando lo encontraron los primeros guardias de la construcción y lo apodaron en honor al puente de Crimea.
El gato vive en el puesto de control y recibe a los trabajadores y especialistas de la obra. Entre las 7.000 personas que construyen el puente más largo de Rusia, no hay ninguna que no conozca a Móstik.
"Hoy Móstik es el más importante en la obra. Supervisa todos los procesos, aunque pueda parecer que simplemente está dando una vuelta por el puente", explica el centro de información Krimski Most (Puente de Crimea).
El puente de Crimea es el proyecto de ingeniería rusa más ambicioso de los últimos años. Se está levantado sobre el estrecho de Kerch, en el mar Negro, y unirá la península con el resto de Rusia en el año 2018.
