Sputnik habló con una de las asociaciones francesas que facilita el intercambio entre Francia y la península de Crimea: 'Vie et croissance' ('Vida y desarrollo, en español). Su director, Jean Michel Rousseau, asegura que, hasta el momento, 60 niños galos han pasado por Artek. Y las sanciones están relacionadas.
"Hay una cantidad importante de padres [en Francia] que envían a sus hijos a Artek y que no apoyan las sanciones", dice a Sputnik Rousseau.
"Los Gobiernos europeos manifestaron su apoyo a las sanciones y los padres, por su parte, manifiestan su rechazo a ellas", argumenta Rousseau.
Asegura que son muchos los padres en Francia que lamentan que en su país a los niños ya no se les eduque bien. El sistema educativo galo deja mucho que desear en el ámbito de los valores y ejemplos, cree Rousseau, y subraya que en estas condiciones "los niños no tienen ningún modelo a seguir".
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Rousseau menciona que las sanciones no solo han influido en la decisión de los padres, sino también en la propia organización. "Por ejemplo, está claro que hay problemas con los visados", dice, pero asegura que los que quieren ir a Artek acaban "superando esas dificultades tan insignificantes".
'Vida y desarrollo' no es el único centro educativo que se ha apuntado a Crimea. Desde Estrasburgo, la Asociación de Cultura Rusa también ha firmado el convenio con Artek.