El documento refleja "una profunda preocupación por los intentos y acciones cada vez más frecuentes que buscan profanar o demoler los monumentos erigidos en memoria de los que lucharon contra el nazismo en la Segunda Guerra Mundial, así como exhumar ilegalmente o trasladar los restos de estas personas".
El proyecto "condena de manera inequívoca cualquier negación o intento de negación del Holocausto, así como todas las manifestaciones de intolerancia religiosa".
Según el director adjunto del Departamento de Cooperación Humanitaria y Derechos Humanos del Ministerio de Exteriores ruso, Grigori Lukiantsev, quien presentó el proyecto, "la humanidad aún no ha conseguido erradicar el legado de la ideología nazi".
"Se trata del aumento preocupante de diversos grupos extremistas que recurren a violencia contra personas de distinto color de piel, que confiesan distinta religión, contra inmigrantes y minorías étnicas", subrayó.
Rusia presenta anualmente un proyecto de resolución sobre la necesidad de combatir la glorificación del nazismo, la discriminación racial y la xenofobia.
El documento tradicionalmente se adopta por la mayoría de los votos de la Asamblea General.